Arbolado urbano

El patrimonio verde de la ciudad tiene una enorme utilidad social, porque disminuye la temperatura ambiente, aumenta la humedad del aire, retiene el agua de lluvia, desvía y filtra el viento, amortiguan el ruido, protege el terreno de la erosión y hacen menor la pérdida de agua de lluvia por escorrentía.

A modo de ejemplo, un pino carrasco adulto puede absorber cerca de 50 toneladas de CO2 en un año. Es decir, el equivalente a la emisión de casi 30 automóviles, de tamaño medio y que recorran aproximadamente 10.000 kilómetros al año.

El paisaje que ofrecen los parques y jardines, los paseos arbolados o las aceras arboladas, constituye un elemento representativo de la naturaleza en la ciudad, y su presencia supone sin lugar a dudas una mejora en la calidad de vida de las personas.

La gestión del arbolado en el municipio está basada en criterios técnicos, de eficiencia y sostenibilidad, ya que el principal objetivo es fomentar el incremento de la calidad vegetativa y la biodiversidad.

Alcalá de Henares tiene una superficie verde, pública y privada, de 4.460.600 metros cuadrados, lo que significa que hay 21,53 metros cuadrados por cada habitante.

En este espacio urbano se encuentran más de 60.000 ejemplares arbóreos, una cifra que se triplicaría si incluyéramos en ella el arbolado del Monte de Utilidad Pública nº 180 “Los Cerros”, la ribera del río Henares y otros espacios naturales.

Nuestra Ciudad cuenta con el reconocimiento de la Agencia Europea del Medio Ambiente, que la ha incluido dentro del grupo de ciudades verdes europeas, de las que hay 113 en toda Europa por el número de zonas verdes que posee.

Además, desde el otoño de 2015, se ha llevado a cabo la plantación de 2.000 nuevos ejemplares de árboles en nuestras calles y parques.

En este sentido es importante la concienciación y sensibilización de la ciudadanía para valorar y proteger este importante patrimonio, y que permanezca con el paso del tiempo.